Era mi segunda vez en Machu Picchu y me gustó más que la primera. Porque teníamos un guía para un grupo pequeño de personas y caminamos por zonas donde antes yo no había estado. También influyó el hecho de que en enero las nubes daban un aspecto diferente a la típica postal.
Así, después de la hermosa caminata por la ciudad incaica, llegamos a este este árbol en el centro de Machu Picchu. Su presencia me impactó tanto que no dude en retratarlo para la posteridad. A su lado había una alpaca comiendo pasto. Ñam, ñam, ñam.
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Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Canon, Powershot SX530 HS
Cusco, Perú. 2020.
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