Antes no tenía problemas con ir a los zoológicos, porque no me daba cuenta de que los animales no eran felices. Como este elefante en el zoológico de Buenos Aires.
Pero luego lo vi. No supe cuántos años tenía ni cómo llegó. Si era rescatado o secuestrado. Solo sabía que estaba ahí sin compañía. Parado. Mirando a los humanos tomarle foto.
Y recuerdo que después de visitarlo pensé “¿le gustará su vida?”
Inmediatamente me respondí que no.
___
Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Nikon, NN.
Buenos Aires, Argentina. 2013.
Comments